Pedagogía como imperativo ante la evolución social. Aportes de Durkheim
Emile Durkheim escribe Educación y Sociología en 1911 mientras es profesor de Ciencias de la Educación en la Universidad de Sorbona.
En el capítulo II “Naturaleza y Método de la Pedagogía” explica las diferencias entre educación y pedagogía. La primera consiste en una acción, conciente o inconsciente, de un generación sobre otra nueva. En cambio la pedagogía consiste en teorías, entendidas éstas como un modo de concebir la educación y no como un modo de practicarla. Así la educación es la “materia” de la pedagogía y la pedagogía una manera determinada de “reflexionar sobre las cosas de la educación”. Por otro lado, mientras la educación ha estado siempre presente, la pedagogía ha sido “intermitente” en la historia de la humanidad.
“Porque el hombre no reflexiona siempre, sino solo cuando tiene necesidad de reflexionar, y porque las condiciones de la reflexión no están dadas siempre y en todas partes”. Durkheim (1977, pág. 143).
Teniendo en cuenta lo dicho, el autor se pregunta entonces cuáles son “los caracteres de la reflexión pedagógica y de sus productos”. Para enunciar dichos caracteres, primero analiza aquellos tenidos en cuenta para considerar pertinente llamar ciencia a cualquier disciplina; y luego, plantea la agenda de los problemas que tendría que abordar la pedagogía.
Así considera que la educación reúne los caracteres para ser ciencia y serían:
1°.- Referirse a hechos incontestables, realizados, pasibles de observación.
2°.- Que el hecho presente una homogeneidad entre sí para poder clasificarse en una misma categoría.
3°.- Y que la ciencia estudia esos hechos para conocerlos desinteresadamente.
Luego delimita la agenda de los problemas a la que tendría que estar abocada que sería:
1°.- La comparación de distintas organizaciones educativas para delimitar semejanzas y diferencias con la intención de constituir tipos genéricos que corresponden a distintas “especies” de sociedades.
2°.- Una vez que los tipos están establecidos es necesario explicar cada tipo con el fin de obtener leyes que dominen la evolución de los sistemas educativos; y así tendríamos herramientas para comprender cómo se han constituido nuestras instituciones pedagógicas en el pasado –asunto teórico fecundo en aplicaciones prácticas-.
3°.- Y por último investigar el modo de que funcionan las instituciones pedagógicas del presente: qué resultados producen y cuáles condiciones hacen variar dichos resultados. En este marco ve a la Estadística Escolar como herramienta necesaria.
Pero en dicha agenda, queda pendiente todavía dos rasgos característicos de las teorías pedagógicas:
Primero: que “Su objetivo no consiste en discriminar o en explicar lo que es o lo que ha sido, sino determinar lo que debe ser” (Durkheim, 1997. Pág. 149). Sin embargo tener en cuenta la agenda anterior la preserva del riesgo de constituirse en “literatura utópica”.
Segundo: Que no solo “La pedagogía es otra cosa que las ciencias de la educación” (Durkheim, 1977. Pág 149) sino que se puede ser un perfecto educador e incapaz para las especulaciones pedagógicas o se puede ser un pedagogo que carece de habilidades prácticas. Entonces las teorías de la pedagogía “tienen por objeto no expresar la naturaleza de las cosas dadas, sino dirigir la acción”. En este sentido la pedagogía tiene “el carácter mixto de esas especies de especulaciones, (que) proponemos denominarlas teorías prácticas. La pedagogía es una teoría práctica de ese género. Ella no estudia científicamente los sistemas educativos, sino que reflexiona sobre ellos en vistas a proporcionar a la actividad del educador ideas que la dirijan” (1977, Pág. 151).
Pero la objeción a la que se expone es que en tanto “teoría práctica” sería la aplicación de una ciencia constituida. Entonces ¿sobre qué ciencia apoyarse la pedagogía?. Así el autor reflexiona sobre la inestabilidad de la pedagogía en tanto “teoría práctica” debido a que otras ciencias sobre las que podría asentarse todavía están en construcción o proyecto (ciencias de la educación, la psicología y la sociología).
Sin embargo para el autor, en dicha inestabilidad la paciencia no está permitida por las necesidades que impone la vida y porque “estamos embarcados y hay que seguir”. Así:
“Todo lo que se nos puede pedir, es poner todo lo que tengamos de ciencia, por imperfecto que sea, y todo lo que tengamos de conciencia, para prevenir esos riesgos en cuanto esté en nuestras manos. Y en eso precisamente consiste el papel de la pedagogía” (Durkheim, 1977, pág. 153).
Por eso, la pedagogía no será útil solo en los periodos críticos sino siempre. Pero para comprender esta frase es necesario advertir que el autor supone que a partir del Renacimiento occidente está inscripto en una evolución social que hace necesario un estado de maleabilidad que permita el cambio. Por ello, si bien la pedagogía ha sido intermitente a lo largo de la historia, “ella tiende cada vez a convertirse en una función de la vida social” (Durkheim, 1977, pág. 154). Aunque para ello tiene que estar sometida a una cultura apropiada.
La cultura pedagógica debe tener una amplia base histórica. La tarea del pedagogo tiene que estar aplicada a comprender y conocer el sistema educativo de su época y juzgar lo que pueda haber en él de inadecuado. Esto significa, considerarlo como un producto de la historia. Entonces la historia de la enseñanza es la primera propedéutica de la cultura pedagógica. Y la historia de la pedagogía tiene que estar unida a la historia de la enseñanza.Así la historia de la de la enseñanza y de la pedagogía “permitirá determinar los fines que debe perseguir la educación en cada momento de la historia. Pero en lo que respecto a los medios necesarios para la realización de esos fines, es preciso pedírselos a la psicología” (DurKheim, 1977, pág. 158).
Material producido para la cátedra
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jordana pavez -